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Mañana, 18 de septiembre se cumplirán 5 años de la desaparición en democracia de Jorge Julio López.
Desapareció un lunes del año 2006.
No solo debemos recordar para denunciar el hecho y seguir en la búsqueda inclaudicable de verdad y justicia sino también para no olvidar jamás que este hecho sucedió luego que el Congreso Nacional dictó la Ley 25779 ( agosto de 2003) que dio como resultado la nulidad de las leyes de impunidad (leyes de obediencia debida y punto final) y luego en 2005, la Corte Suprema de Justicia resolvió que dichas leyes no solo eran nulas sino que también inconstitucionales e inválidas.
Es el Gobierno de Néstor Kirchner quien impulsó en 2003 la Ley 25779 y garantizó la mayoría del bloque mayoritario y es ese gobierno también, quien garantizó la oxigenación de los miembros de la Corte Suprema de Justica con juristas de la talla ética de Eugenio Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay en el año 2004. Impulsores claros y lúcidos de la posición de nulidad de aquellas leyes de impunidad. Es el gobierno de Cristina y el accionar militante de las Madres, Abuelas, Familiares e Hijos desaparecidos en conjunto con otras organizaciones populares, quienes garantizan que esos juicios sigan su curso, no sin dificultades.
Es cierto que debe haber justicia, es importante saber la verdad y que aparezca con vida Jorge Julio López, pero no menos importante es no olvidar que aquellos que se lo llevaron hace cinco años son los mismos que lo secuestraron un 27 de octubre de 1976. Los mismos que hoy le pagan los abogados a Etchecolatz y otros asesinos. Los mismos que los protegen desde sus corporaciones. Los genocidas de nuestra historia, como bien nos enseña Osvaldo Bayer, que no por casualidad fue demandado por los re-tataranietos de José Martínez de Hoz, padre fundador del linaje más abyecto, cipayo y genocida de la Argentina.
A cinco años de la desaparición de Jorge Julio López debemos movilizarnos como siempre lo hicimos para mantener viva la llama de la vida, la exigencia de justica y la memoria pero sin olvidar que el 27 de octubre de este año se cumplirán treinta años de su primera desaparición así como también se cumplirá un año del paso a la inmortalidad de Néstor Kirchner, quien tuvo el valor de interpretar (y accionar en consecuencia) el deseo de Jorge Julio López y millones de argentinos y argentinas: aparición con vida y justicia a los culpables.
Casualidades de la historia que ayudan a reflexionar y no equivocar el enemigo.
Manuel Alzina
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